Seguro todos hemos escuchado
las innumerables bondades que tiene una taza de té verde a media mañana por su
efecto diurético, relajante, y por su trabajo sobre los radicales libres tan de
moda en estos días… Pero has escuchado algo de sus efectos secundarios o
posibles contraindicaciones; muy probablemente eso no suele estar en las letras
pequeñas de los envases o en las promociones de los supermercados; es por ello
que deberías detenerte un rato a leer algunos de ellos entre sorbo y sorbo de
té.
No para asustarse, pero si
es algo a tomar en cuenta, cuando nuestra ingesta de esta panacea asiática
supera las tres tazas diarias.
El té, no porque sea verde,
está exento de cafeína; es por ello que su consumo en altas dosis puede
producir ansiedad, incremento de los estados nerviosos y dificultar la
conciliación del sueño. Adicionalmente la cafeína está contra indicada para
aquellas personas que sufren de hipertensión.
Estudios recientes señalan
que las mujeres en estado de gravidez, deben suprimir o bajar la ingesta de té
verde, pues tienes efectos en el sistema nervioso de los bebés.
Incluso dicen los entendidos, que no deben tomarse más de dos tazas de té verde
cuando se está amantando.
Por su parte los taninos
presentes en el té irritan las mucosas gástricas, de allí que no se recomiende tomarlo
cuando se sufra de gastritis.
Otros trabajos revelan que
el té verde está asociado con las anemias, visto que su consumo dificulta la
absorción del hierro presente en los alimentos. Por ello es recomendable no
ingerirlo inmediatamente antes o después de comer. Así mismo el té verde, puede
amentar la pérdida de calcio que se elimina en la orina; nada recomendable para
aquellas personas que sufren de osteoporosis.
El té verde al igual que
muchas otras cosas en la vida se rige por aquella expresión: Todo en exceso es
malo! Pero aún así, que bien le sienta al cuerpo un vaso de té helado cuando el
calor nos ataca.
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