28.6.07

El Vino y sus peculiaridades... Temperatura


Quizá han pensado que un vino blanco se debe servir frío de nevera y uno tinto a temperatura ambiente… de ser ese el caso, puedo decirles que están aplicando una técnica nada ortodoxa y un tanto alejada del deber ser; porque para cada estilo de vino blanco se requiere un grado de frío específico y ni mencionar los tintos, que deben servirse a unos grados por debajo de la temperatura ambiente, sobre todo en estos climas tropicales donde el calor es la consigna.

El calor contribuye a incentivar los aromas o buqué del vino; pero estas tonalidades varían de un vino a otro a diferentes temperaturas sobre todo en el caso de los vinos tintos. Los blancos, por su parte, que pierden matices y perfume cuando se sirven muy fríos y ganan acidez con el calor. Que nos indica esto: que la temperatura influye de forma importante en el gusto final de un vino. Por ello, un mal servicio puede provocarnos una apreciación equivocada de las características y la personalidad de un caldo. El vino es vida y por ende debe ser tratada con delicadeza y sumo cuidado.

Puedo decirles que es un pecado guardar una botella de buen vino en la nevera, a la espera de una visita u ocasión especial para tomarlo porque puede dañarse. Si queremos degustar una botella, la mejor opción para bajar la temperatura de un vino tinto es colocarlo en la nevera unos 45 minutos antes de servirlo. En el caso de un vino blanco, lo más recomendable es dejarlo de 15 a 20 minutos en una hielera con unos cuantos cubos de hielo y agua para conseguir la temperatura adecuada.

Claro, si queremos ser estrictos con nosotros mismos y con la personalidad del vino a tomar, nada mejor que un buen termómetro y una mejor compañía para disfrutar a plenitud de cada botella…

26.6.07

El vino: alma de una pasión




En los próximos días trataré algunos de los aspectos más resaltantes del vino; pero previo a ello, creo necesario hacer de su conocimiento una reflexión muy personal:

"El vino es como el arte"
Para mis sentidos un cuadro puede ser hermoso, inspirador de sensaciones, rico en colores, profundo, lleno de vida, repleto de matices, alegre y un sin fin de adjetivos gratificantes; mientras que para otros ese mismo cuadro es simplemente un grupo de trazos... lo mismo ocurre con el vino, no hay un vino bueno y otro malo, sólo existe el vino que te gusta, el que no te gusta tanto o simplemente aquel que no volverías a probar.

Amigos; lo importante no es su costo, su procedencia, su color, su redondez, su cuerpo, su añejamiento en barrica y cualquier otra característica o propiedad; lo que trasciende es la sensación agradable cuando lo pruebas, los recuerdos que vienen a tu mente cuando percibes sus aromas y esa circunstancia de vida que te hace pensar: me encanta este vino, cómo se llama y dónde lo consigo.

El vino que me gusta encierra: placer al paladar, regocijo para el alma, alegría al compartirlo y poesía al describirlo.
¡¡¡ Salud !!!

25.6.07

Mi amiga "Kenya"


Disculpen, pero debo hacer un alto en la cocina. Hoy mi nota está dedicada a una muy buena amiga que nos dejó… hoy mi mascota “Kenya” se fue al cielo de los perros, ya no volverá a mover su rabo de alegría cuando nos veía llegar desde el balcón de la casa; tampoco podrá hacernos un lavado al seco con su larga lengua para saludarnos, ni podrá vernos más con aquella mirada dulce, o moverá su pata esperando una caricia...
Hoy nos deja la amargura del adiós, de aquello que perdemos y que no podemos reemplazar, hoy la lloramos pero aunque suene paradójico su recuerdo nos alegra y nos llena el alma de sonrisas. Te recordaremos siempre, porque aunque ya no estés con nosotros, tu presencia jamás desaparecerá de nuestros corazones.

Te extrañaremos mucho, mi gran amiga.

22.6.07




Esferificaciones !!!

Las esferficaciones han dejado de ser un sacrificio para el bolsillo. Sin quitar merito al kit de su precursor Ferrán Adriá, ya podemos obtener falso caviar con muy poco dinero. Si no se rían, ya es una realidad que sólo necesita de un para de ingrediente (agar-agar y aceite)

Para obtener buenos resultados, debemos hacer una preparación donde intervenga 1 gr. de agar-agar por cada 100 ml donde previamente habremos licuado la fruta, la hortaliza o el vegetal del cual queremos elaborar las esferificaciones y lo hacemos hervir por unos minutos moviendo constantemente. Posteriormente, con la ayuda de un gotero, y un recipiente que contenga una buena cantidad de aceite neutro dejamos caer nuestras gotas que se cuajaran con rapidez en este medio frío; obteniendo de esta manera esferas de muy buena calidad. Luego sólo tendremos que escurrirlas con la ayuda de un colador y añadirlas a la preparación.

Es oportuno destacar que el grado de solidez de la esfera estará en proporción a la cantidad de líquido utilizado con el gramo de agar-agar de la receta, es cuestión de ir probando, o como dicen algunos “ensayo y error” hasta obtener la proporción adecuada a nuestra preparación.
Este es un pequeño espacio para todos aquellos que ven en la cocina y los vinos una afición, los consideran un arte y sienten por ellos gran pasión...