
Dentro del amplio espectro de flores comestibles están: las rosas y las flores amarillas de las calabazas, amapolas, claveles, azahares, crisantemos, malvas, pensamientos, jazmín, gladiolos, salvia o violetas, también integran esta amplia lista. Sin embargo, no todas las flores son comestibles y que las que provienen de una floristería pueden contener pesticidas, téngalo en cuenta. Las flores se mantienen frescas en la nevera durante una semana.

Las
violetas se utilizan como elemento decorativo e ingrediente de suave sabor en
postres, ensaladas y como relleno para tortillas. Las violetas se pueden comer
frescas, secas y confitadas. Es preferible evitar las de color amarillo porque
son muy laxantes. Las hojas crudas o cocidas, se suelen usar para espesar
sopas. Los bulbos de tulipán son perfectamente comestibles, y sus flores
también. Sus pétalos crudos se usan en ensaladas, o rellenos con pescado. Los
pétalos crudos de la manzanilla se usan en ensaladas dulces o saladas, y para
hacer té. Los crisantemos se consumen sus pétalos crudos en ensaladas, y con
naranjas. Las bayas de sauco se pueden comer solas o para hacer confituras,
especialmente con moras. Las flores se pueden comer fritas en forma de buñuelos
Las hojas tiernas de los tréboles se consumen en ensalada o cocidas; flores
secas y semillas para dar sabor al pan.
Como pueden ver la gama es muy amplia y variada, por lo que
es una buena forma de adornar y saborizar nuestros platillos a la hora de ver a
nuestros amigos frente la mesa. Prueben suerte con una ensalada y unos cuantos
tréboles.