13.7.07

Aló Cocinero!!!



Hoy tuve una muy grata experiencia de vivencias ajenas, por qué ajenas, simplemente porque disfruté en hora y media de un recorrido por la carrera gastronómica del Chef Eduardo Moreno, ese cocinero irreverente que ha hecho de las texturas y los aires un camino de evolución gastronómica desde los fogones de su abuela hasta las peripecias del Madrid Fusión y luego de ser la bandera culinaria que nos representó recientemente en Verona – Italia.

Fue un poco difícil titular esta pequeña reseña periodística, por llamarlo de alguna manera; en un principio pensé en “El Petit Pois Relleno” porque la cocina molecular me parecía trillado y hasta fastidioso, luego pensé en: “Hecho en Venezuela” para hablar de la vanguardia presente en estas tierras pero cuando el Chef Eduardo Moreno comento algunas cosas sobre la fama de ser cocinero, me pareció un título increíblemente válido y ajustado a este boom de cocineros que hacen fama en la televisión y la radio, fama que como el mencionaba, es más bien efímera, si se compara con otras personas y “personajes” que son bien conocidos más allá de sus fronteras y sobre todo más allá de sus profesiones. Me ayudó a escoger este título su seguridad al argumentar los aspectos relacionados con la cocina que la “motivación” le ha obligado a trabajar cada día; esa cocina donde los sueños son alcanzables y donde las posibilidades son tan infinitas como los ingredientes; donde, como dicen los teóricos: “el cielo es el límite”.
Era increíble pero mientras trataba de explicar como llegó a dedicarse a la cocina y cómo llegó a manipular las texturas y reinventar los conceptos de la comida, se le ocurrían ideas de nuevos platos o de redimensionar otros ya existentes. Ciertamente era asombroso ver como a pesar de que sus historias conformaban un espiral de anécdotas, de situaciones jocosas y pintorescas; nos mostró la virtud de ir un paso más allá y convertir una simple historia en un proceso creador de platos con la mayor naturalidad. Si otros programas acaparan audiencia, que les puedo decir de un Aló Cocinero…

Me gustó mucho la convicción con la que defiende sus ideas y sus posturas frente a la cocina que practica, no tildándola como la mejor, sino hablando de ella como la más satisfactoria para su personalidad; para su manera de ver la vida y las cosas; la mejor para su concepto de restaurante donde puede atender con calidad y calidez las apetencias de cada uno de los comensales que van a visitarlo, como si de un amigo se tratara. Fue interesantísimo conocer como desdibujó el interior de un guisante para proporcionarle forma de verdad a una mentira. En su cocina existe un estudio minucioso de la química y la física de los alimentos con los que trabaja, realzando en cada uno de ellos sus sabores y exaltando sus virtudes.

Ciertamente este “cocinero” es un personaje donde no abundan los grises, porque sus conceptos son blancos o negros; a pesar de que su incursión en el mundo de los sartenes estuvo cargado de matices. Basta escucharlo un rato para querer probar su cocina y querer conocer cómo se llega a esa alquimia de los sabores a través de la combinación de las texturas y los estados de la materia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno