Para
muchos este término ya es ampliamente conocido, para otros es sólo un detalle
que se ha puesto de moda en los restaurantes, donde el chef no deja de
sorprender con sus recetas sino con la vistosidad de sus preparaciones. He
aprendido por mi paso en los fogones, que todo lo que se incluya en un plato
debe de ser comestible y no un simple adorno que luego se aparta cuando se está
comiendo. Es por ello que hoy quiero dedicar unas líneas a estas novedades
culinarias.
Dentro del amplio espectro de flores comestibles están: las rosas y
las flores amarillas de las calabazas, amapolas, claveles, azahares,
crisantemos, malvas, pensamientos, jazmín, gladiolos, salvia o violetas, también
integran esta amplia lista. Sin embargo, no todas las flores son comestibles
y que las que provienen de una floristería pueden contener pesticidas, téngalo
en cuenta. Las flores se mantienen frescas en la nevera durante una semana.
La
flor de la calabaza, de sabor delicado y dulzón, es muy común en la cocina
italiana y mexicana. Hay que hacer notar que estas flores normalmente son
costosas, pues cuando las utilizamos dejamos a la planta sin sus frutos. Las
caléndulas aunque tienen un sabor algo amargo se emplean junto con las hojas
para aromatizar bebidas. Sus flores son amarillas, naranjas, marrones o
bicolores; de ellas se usan las los pétalos, en ensaladas y con comidas o
postres que tengan huevo como kiches, flanes y budines. Con rosas podemos
elaborar dulces, tortas, ensaladas de frutas, y como ingrediente en salsas de
mariscos. Los geranios aportan diferentes fragancias a tortas y pasteles. Se
deben utilizar siempre las flores más frescas ya que pierden rápidamente su
aroma. Las coquetas se comen crudas en ensaladas, y se usa para decorar. Los
claveles se usan en ensaladas de frutas, y mezclados con crema. Las flores de
pensamiento pueden ser usadas en ensaladas dulces o saladas, a las que añaden
colores poco comunes como terracota, negro, violeta, morado, amarillo, gris.
Utilizados también para decorar y acompañar con quesos.
Las
violetas se utilizan como elemento decorativo e ingrediente de suave sabor en
postres, ensaladas y como relleno para tortillas. Las violetas se pueden comer
frescas, secas y confitadas. Es preferible evitar las de color amarillo porque
son muy laxantes. Las hojas crudas o cocidas, se suelen usar para espesar
sopas. Los bulbos de tulipán son perfectamente comestibles, y sus flores
también. Sus pétalos crudos se usan en ensaladas, o rellenos con pescado. Los
pétalos crudos de la manzanilla se usan en ensaladas dulces o saladas, y para
hacer té. Los crisantemos se consumen sus pétalos crudos en ensaladas, y con
naranjas. Las bayas de sauco se pueden comer solas o para hacer confituras,
especialmente con moras. Las flores se pueden comer fritas en forma de buñuelos
Las hojas tiernas de los tréboles se consumen en ensalada o cocidas; flores
secas y semillas para dar sabor al pan.
Como pueden ver la gama es muy amplia y variada, por lo que
es una buena forma de adornar y saborizar nuestros platillos a la hora de ver a
nuestros amigos frente la mesa. Prueben suerte con una ensalada y unos cuantos
tréboles.
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